viernes, 24 de septiembre de 2010

La Elegía Infinita

"Adiós Fandom", pensé, y me causó gracia lo polisémico del título. Soy, entre varias cosas, uno de esos nerds de la subespecie otaku que desarrollaron su adolescencia con internet, y que encontraron refugio en ese lugar inmaterial, amorfo y catch-all llamado fandom. Como todo refugio, se transformó en una carcel, para mi y para la gente que quiero.

Nadie, que conozca al menos, se ha planteado una busqueda de cierta identidad en base a esas expresiones que uno aprendió a entender y amar como la historieta, la animación, los videojuegos, el arte digital, el humor de memes, etc. La respuesta es binaria: se toma o se suprime todo. Más importante, nadie se ha planteado que hacen un monton de nuevos adultos, de rodillas, en una subcultura adolescente. Los que no hacen plata quiero decir. Porque el problema con estar de rodillas, es que siempre es una felación. O una oración, que es lo mismo.

No es mi idea ponerme gonzista y viviseccionar este kaiju. Hasta los monstruos tienen derechos. Además me va a terminar dando un coletazo, cuando no me desintegre con un rayo. Opto entonces por mostrar y compartir mis creaciones, obsesiones, observaciones y experiencias. Para los que buscan nuevos estímulos, o nuevos mundos dentro de la ciudad. Quizá con eso aporte mi fracción a tratar lo anterior; quizá prepare el encuentro amistoso entre personas cercanas, lo que es definitivamente necesario en estos tiempos de transición.

Este es por tanto, un blog personal, así que quedan bajo aviso. A mi desde ya me da un poco de vértigo. Diviértanse con eso.

Adiós fandom, hasta mañana!